El halcón peregrino (Falco peregrinus) ha capturado durante mucho tiempo nuestra imaginación como un cazador de los cielos, inclinándose sobre sus presas aviares a velocidades de hasta 200 mph. Los peregrinos son ampliamente reconocidos y apreciados gracias a la cobertura mediática de las parejas que anidan en algunos de los principales centros metropolitanos de América del Norte, incluido Richmond. La introducción de peregrinos en zonas urbanas forma parte de una estrategia de recuperación de la especie, tras el descenso precipitado de sus poblaciones a mediados del siglo 20. Como agencia de vida silvestre de la Commonwealth, el Departamento de Recursos de Vida Silvestre (DWR) tiene la responsabilidad principal de la recuperación y el manejo de los halcones peregrinos en Virginia. A través de los esfuerzos del DWR, el Centro de Biología de la Conservación del College of William and Mary/Virginia Commonwealth University (CCB), y una amplia asociación (ver Socios del Proyecto), el halcón está regresando a la Commonwealth.
