
Por Carol Heiser, Coordinadora de Educación sobre el Hábitat de la Vida Silvestre del DWR
Fotos de Carol Heiser
La otra mañana, mientras esperaba a que se preparara mi café, salí a dar mi habitual paseo por el patio. Mi patio es mi santuario, el lugar donde me relajo, reflexiono, me asombro y sonrío. Me desperté inquieto esa mañana, con la mente turbada y dispersa por la locura de las noticias sobre el coronavirus, necesitando que me tranquilizaran de que, de alguna manera, todo seguirá bien en el mundo. Como de costumbre, solo se necesitaron unos pasos por la puerta trasera para ver un poco de naturaleza para confirmar que efectivamente está muy viva y bien, gracias.
Me siento como Dorothy abriendo la puerta en la tierra de Oz, porque tan pronto como salgo, veo cientos de pequeñas telas de araña delineadas por la niebla que se levanta de la lluvia de la noche anterior.
Algunas telarañas están en el suelo, anidadas entre las hojas secas que muy intencionalmente no había rastrillado el otoño pasado, porque las hojas caídas son un hábitat muy importante para muchas especies de vida silvestre. Las hojas proporcionan estructura para las telarañas tejedoras de embudo. Se puede ver que cada telaraña tiene un pequeño agujero donde la araña se esconde al acecho, siempre lista para la más mínima vibración de un insecto que pueda pasar y convertirse en el desayuno de esta mañana. Las arañas también tienen que comer, ya sabes.
Otras telarañas están suspendidas de las ramas superiores de los arbustos, hechas por arañas de telaraña en forma del viejo cuenco y el juego de té tapete de la abuela; De ahí que a la criatura se le llame acertadamente la araña del cuenco y el tapete. La geometría de su arquitectura es impresionante.
Mientras tanto, el reyezuelo de Carolina que vive en los arbustos junto a mi porche canta sus rondas matutinas, proclamando con entusiasmo otro nuevo día. "Sí", parece decir, "todavía estamos aquí, siempre hemos estado aquí, y vamos a salir de esto".
Estar al aire libre me ayuda a sentirme renovada y lista para enfrentar otro día. A pesar de nuestras dificultades y de las advertencias diarias en las noticias, la naturaleza siempre está aquí para inspirar y animar.
Esta es mi invitación para ti, que encuentres un poco de tiempo hoy para salir y ver la vida a tu alrededor, esperando ser descubierta.
¿Qué hay en tu hábitat en casa?
Suyo en conservación,
Villancico

